29 de marzo de 2007
El olor a pan provenía lenta y alegremente de la vieja panadería de la esquina, el turquesa del mar se fundía sublimemente con el cielo. Las vivaces tuzas e invidentes topos convertían nuestro suelo en un ecosistema lleno de vida.
Esperábamos con ansia la temporada de lluvias para así lograr capturar alguno que otro renacuajo; corríamos libres, atravesando finas cortinas de tibia agua. El tiempo pasó y la modernidad nos alcanzó, trsitemente observaba como mi jardín de juegos se tornaba irremediablemente en una jugla de asfalto, cambiando a los topos por altos y sombrios edificios grises.
La modernidad tiene sus ventajas, eso lo sé, empero eso no me impide el preguntarme sobre el qué pasará cuando tú, hijo mío, nazcas; deseo que ojalá puedas ver el sol y oigas sussurar al mar azúl tal como lo hice yo, ojalá que puedas conocer verenos como los he vivído yo, que los bosques sigan donde estan, que aún exisa el dulce olor a pan... ojalá puedas conocer un mundo como el mío.
27 de marzo de 2007
Otra del aborto
Hace algunos días, me tomé la libertad de publicar una entrada en la cual copie una entrevista a monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, en cuyas palabras, encontré un bastión de resistencia a la inminente despenalización del aborto en México. De entre los pocos comentarios recibidos entre mis queridos lectores, hubo algunos me dejaron (por decirlo de manera coloquial) la "espinita" de decir un poco más sobre el tema.
"Quienes pretenden despenalizar el aborto para defender los derechos de la mujer, con eso están matando a otro ser humano y sus derechos; y se trata del ser más indefenso, sujeto enteramente a lo que los ya vivos decidan respecto a él. Por eso el aborto es un verdadero crimen."[1]
Algunos me dirán sin embargo, que una mujer tiene el derecho a elegir sobre su propio cuerpo, que si la mujer en cuestión desea abortar, es obligación del estado el proveerle los medios suficientes para tal operación y de una manera higiénica.
Me gustaría recordarles que el individuo que se está gestando en el seno de la madre, es una persona con características irrepetibles, con un código único y que posee una dignidad a priori.
Al momento de la concepción el sujeto es un ser viviente, el más indefenso de todos; ahora bien el determinar en que momento el individuo en cuestión cruza la delgada línea de la no-vida a la vida es un problema de carácter ontológico y de difícil explicación la ciencia dice que el crecimiento del embrión se da de modo coordinado, continuo y gradual; sin saltos cualitativos y con diferenciación progresiva que da origen a la formación de los tejidos y los órganos. Me ha dado mucha risa el escuchar que el embrión antes de llegar a ser embrión es un pre- embrión; ¡Dios mío! Que cosa más estúpida, ¿Me está diciendo acaso que antes de ser un ser humano, todos nosotros somos una especie de ranas, por lo cual es justificable la experimentación en dichos seres biológicos de naturaleza no definida? ¡Por favor! Al escribirlo no puedo entender como una persona es capaz de decir semejante idiotez.
A continuación copio parte de un comentario recibido:
“Aceptada esta verdad elemental, vemos que en el ser humano, tanto espermatozoides como óvulos son células, unidades de vida al igual que las neuronas, los leucocitos, los hepatocitos o los odontoblastos. Cuando un espermatozoide fecunda a un óvulo, se forma una nueva célula, distinta a las dos que le dieron origen, pero sigue siendo una célula. La diferencia fundamental es que esa nueva célula contiene la información genética de los dos potenciales progenitores del individuo que está por producirse, pero que aún no lo es. El hecho de que esa célula-huevo sea el resultado de esa fecundación del gameto femenino por parte del masculino, no le confiere el estatus de individuo biológico, pues no puede sobrevivir de manera independiente a quienes sí son individuos biológicos: la madre y el padre. Solamente los individuos biológicos pueden desarrollarse y sobrevivir de manera independiente a otros de su misma y de otras especies, gracias al proceso de diferenciación y especialización de sus partes. En el caso de los vertebrados superiores, grupo al cual pertenece el ser humano, ni embriones ni fetos pueden considerarse individuos biológicos pues carecen del desarrollo que les permite alcanzar esa independencia en su existir, aunque estén compuestos de células y, por lo tanto, haya vida en ellos, pero no individuación. Por esa sencilla razón, la destrucción de una célula o un conjunto de células cualquiera del ser humano no puede ser considerada un homicidio.”
Pondré dos ejemplos:
Tengamos a un individuo biológico de raza humana de apenas 1 semana de nacido; el individuo en cuestión, ha logrado a través de la gestación la diferenciación y especialización de sus partes, sin embargo, no muestra rasgos de conciencia ni dignidad, evidentemente tampoco es capaz de alcanzar una independencia en su existir, por lo cual, me parecería lógico despenalizar el asesinato masivo de bebes.
Pongamos por otro lado el caso de un sujeto adulto, el cual, a causa de un percance a perdido su capacidad de raciocinio y elección pues se encuentra sumido en un profundo estado de coma; en el no hay señales de poder vivir independientemente, por lo cual sería igualmente ético el desatender a pacientes con dicho padecimiento y similares.
Julio Muñoz Rubio habla de la “ultraderecha ignorante” y expone argumentos que ruborizan al lector de vergüenza ajena: “Si la tesis antiabortista de la ultraderecha fuera correcta tendríamos que extenderla a cualquier modalidad de pérdida celular. Cualquier hemorragia sería un asesinato de células del tejido sanguíneo y tendría que ser sujeto de persecución legal, en algunos casos con la atenuante de la involuntariedad del "homicidio", como en la menstruación, pero no lo sería así en el caso de la pérdida de células del tracto bucal expulsadas en un escupitajo, o en la extracción de una muela, menos aún en la amputación de un miembro. En todos esos ejemplos existe una masiva pérdida de células de uno u otro tipo. Hay pérdida de vida, a veces consciente y voluntaria.”[2]
Sr. Muñoz Rubio, con todo respeto me es en extremo risible que haya sido capaz de publicar dicho comentario; la perdida de esas células no puede ser considerada homicidio, puesto que no poseen esa dignidad humana ontológica, simplemente son un compuesto de nuestra humanidad por así decirlo. Si fuese posible enfrascar alguna de esas células poniéndole dentro de un ambiente en el cual el crecimiento de la misma fuese propenso, es evidente que la hemoglobina produciría hemoglobina y no un ser humano nuevo con necesidades y derechos.
El derecho más importante que el ser humano tiene es el derecho a la vida, un embrión es incapaz de defender este derecho, así que el que unos asambleístas se arrojen a defender el derecho a abortar de las personas que así lo deseen, perdone usted amable lector, pero me parece irracional. Es obligación del estado el proteger a los individuos por nacer y de proporcionarles los medios para su crecimiento tanto social, personal y laboral.
“Monseñor Aguilar Martínez: Cuando la Iglesia católica sostiene un «no» decidido al aborto, es porque está sosteniendo un «sí» valiente y firme a la vida, especialmente de los más indefensos que no son las mujeres, sino los bebés que se están gestando en el vientre de las mujeres.”
Como opinión personal, me parece que “nuestros legisladores” aceptaran la despenalización del aborto, sin embargo quisiera pedirles un poco de conciencia y dejar a criterio del médico el practicar o no practicar abortos con el fin de que dicha práctica no se oponga a sus principios. Es en los valores donde podemos hacer la diferencia, en la educación y propagación del mensaje de vida, no en marchas ni movilizaciones que harán eco en la asamblea.
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[1] Entrevista a monseñor Rodrigo Aguilar Martínez cfr. http://lacajadeschroedinger.blogspot.com/2007/03/no-al-aborto.html
[2] Jorge Muñoz Rubio cfr. http://www.jornada.unam.mx/2007/03/24/index.php?section=politica&article=020a2pol
26 de marzo de 2007
Amémonos
buscaba yo la virgen que mi frente
tocaba con su labio dulcemente
en el febril insomnio del amor.
Buscaba la mujer pálida y bella
que en sueño me visita desde niño,
para partir con ella mi cariño,
para partir con ella mi dolor.
Como en la sacra soledad del templo
sin ver a Dios se siente su presencia,
yo presentí en el mundo tu existencia,
y, como a Dios, sin verte, te adoré.
Y demandando sin cesar al cielo
la dulce compañera de mi suerte,
muy lejos yo de ti, sin conocerte
en la ara de mi amor te levanté.
No preguntaba ni sabía tu nombre,
¿en dónde iba a encontrarte? lo ignoraba;
pero tu imagen dentro el alma estaba,
más bien presentimiento que ilusión.
Y apenas te miré... tú eras ángel
compañero ideal de mi desvelo,
la casta virgen de mirar de cielo
y de la frente pálida de amor.
Y a la primera vez que nuestros ojos
sus miradas magnéticas cruzaron,
sin buscarse, las manos se encontraron
y nos dijimos «te amo» sin hablar
Un sonrojo purísimo en tu frente,
algo de palidez sobre la mía,
y una sonrisa que hasta Dios subía...
así nos comprendimos... nada más.
¡Amémonos, mi bien! En este mundo
donde lágrimas tantas se derraman,
las que vierten quizá los que se aman
tienen yo no sé que de bendición,
dos corazones en dichoso vuelo;
¡Amémonos, mi bien! Tiendan sus alas
amar es ver el entreabierto cielo
y levantar el alma en asunción.
Amar es empapar el pensamiento
en la fragancia del Edén perdido;
amar es... amar es llevar herido
con un dardo celeste el corazón.
Es tocar los dinteles de la gloria,
es ver tus ojos, escuchar tu acento,
en el alma sentir el firmamento
y morir a tus pies de adoración.
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Manuel María Flores
21 de marzo de 2007
No al aborto
¿Cuáles serían las consecuencias de la despenalización del aborto en la capital, para el resto del país?
Monseñor Aguilar Martínez: En la realidad de México, lo que sucede en el Distrito Federal sirve como ejemplo a seguir en el resto del país. En el anterior gobierno federal, los criterios venían marcados por la Secretaría de Salud; ahora parece que las cosas han cambiado: la Secretaría de Salud está manejando una postura más firme en la defensa de la vida humana, pero ha dejado que sean el Distrito Federal y los estados quienes discutan y legislen al respecto para sus propios territorios.
¿Hay alguna «transmisión de ideas» en este renglón a los demás congresos de los estados?
Monseñor Aguilar Martínez: El tema del aborto que está discutiéndose en el DF, nos interesa para el resto del país no sólo por esa cadena que se puede provocar a nivel nacional, sino por la gravedad misma del aborto, donde quiera que se pretenda legislar sobre él. El aborto provocado, es la muerte deliberada y directa de un ser humano en cualquier etapa que va desde la concepción hasta el nacimiento. Quienes pretenden despenalizar el aborto para defender los derechos de la mujer, con eso están matando a otro ser humano y sus derechos; y se trata del ser más indefenso, sujeto enteramente a lo que los ya vivos decidan respecto a él. Por eso el aborto es un verdadero crimen.
La postura de la Iglesia católica, ¿es puramente de fe o, igualmente, posee bases científicas sólidas?
Monseñor Aguilar Martínez: La postura de la Iglesia católica no es solamente de fe, sino que está sustentada en claras y precisas bases científicas. Hay cuatro hechos demostrados por la ciencia: primer hecho, cuando la célula femenina -o sea el óvulo- queda fecundada por la célula masculina -o sea el espermatozoide- se tiene la concepción. El óvulo fecundado por el espermatozoide se llama cigoto y es un nuevo embrión, o sea un organismo nuevo, el cual, aunque se va gestando dentro del cuerpo de la mujer, tiene un patrimonio genético diferente del de la mujer.
Segundo hecho científico, este organismo pertenece a la especie biológica humana, basta analizar el número y la naturaleza de los cromosomas.
Tercer hecho, el cigoto es un organismo programado, que no es simplemente la suma de los códigos genéticos del papá y la mamá, sino que es un ser con un proyecto y un programa nuevos, que no ha existido antes y no se repetirá jamás. En ese programa genético están las características del nuevo individuo, por ejemplo la estatura, el color de los ojos, hasta el tipo de enfermedades genéticas a las que estará sujeto.
Cuarto hecho, la ciencia dice que el crecimiento del embrión se da de modo coordinado, continuo y gradual; sin saltos cualitativos y con diferenciación progresiva que da origen a la formación de los tejidos y los órganos.
¿En qué tiempo ocurre dentro del vientre de la madre?
Monseñor Aguilar Martínez: El desarrollo y la diferenciación del embrión son muy rápidos. A las cinco semanas de su concepción, el embrión humano apenas mide un centímetro, pero diversos órganos ya han empezado a tomar forma. A los dos meses la forma del cuerpo ya está completa. En adelante no necesitará más que refinar sus funciones y crecer. De los dos a los nueve meses multiplicará veinte veces su estatura y mil veces su peso. El desarrollo continuará después del nacimiento, durante toda la vida. Si los legisladores pretenden despenalizar el aborto antes de las catorce semanas, que adviertan los datos de la ciencia en esa etapa de formación del embrión. Sencillamente, que observen lo espeluznante de las fotografías o videos de un aborto provocado.
¿Hay posibilidades de influir entre los legisladores?
Monseñor Aguilar Martínez: No veo, personalmente, mucha posibilidad de diálogo con los legisladores más aguerridos en la intención de despenalizar el aborto. Si se pudiera abrir a un plebiscito, espero que la ciudadanía participe amplia y sensatamente, con verdadero criterio humano.
La postura de la Iglesia, ¿se sigue tomando «como una imposición»?
Monseñor Aguilar Martínez: Al reiterar la postura de la Iglesia católica, no pretendo imponer esta doctrina, sino hacer ver cómo se fundamenta, acentuando el aspecto científico. El aborto no es válido en ningún caso; porque se trata de una nueva vida humana, que ya tiene derecho a nacer y vivir. Ni siquiera es válido el aborto cuando ha sido por violación: en este caso hay que castigar al violador y ayudar a sanar biológica, psicológica y moralmente a la mujer violada, pero favoreciendo que concluya su embarazo y si no quiere quedarse con su criatura, que la pueda dar en adopción.
¿Advierte usted un sesgo pernicioso en el uso del lenguaje por parte de los legisladores pro-aborto?
Monseñor Aguilar Martínez: Sí, ésa es otra situación que se está dando, ya desde hace tiempo, que se va cambiando el significado de los términos; por ejemplo se pretende hablar de embarazo hasta que el óvulo fecundado se implanta en el útero; sin embargo la ciencia ya ha definido que el embarazo se da con la fecundación o concepción misma, sin esperar a la implantación del embrión.
¿A la Iglesia se le seguirá tachando de «negativa» por posturas como ésta?
Monseñor Aguilar Martínez: Cuando la Iglesia católica sostiene un «no» decidido al aborto, es porque está sosteniendo un «sí» valiente y firme a la vida, especialmente de los más indefensos que no son las mujeres, sino los bebés que se están gestando en el vientre de las mujeres.
¿Sigue habiendo excomunión para quienes permiten el aborto?
Monseñor Aguilar Martínez: Para ratificar la defensa de la vida humana desde la concepción y, por lo mismo, para reafirmar la gravedad de quien atenta contra esa vida humana del más indefenso, la Iglesia sostiene la excomunión automática para quien procura el aborto y que éste se produzca.
Dicen los legisladores del Distrito Federal que se trata de evitar la muerte de mujeres que abortan clandestinamente: ¿es ésa la solución adecuada?
Monseñor Aguilar Martínez: La solución para que no aumenten las muertes de mujeres por abortos clandestinos, no es legalizar el aborto; esto sólo provocará mayor cantidad de embarazos no deseados, más riesgos de infecciones y de VIH-SIDA y, en general, mayor degradación de la dignidad humana. La auténtica solución es revalorar la dignidad humana, incluida la sexualidad, la cual no consiste solamente en cuerpo, emociones y placer; sino que incluye a toda la persona en sus aspectos biológicos, psicológicos y espirituales. La sexualidad implica nuestro modo de pensar, de reaccionar y de actuar como varones o como mujeres. Cuando la sexualidad incluye la genitalidad, es porque la unión de cuerpos y de corazones quiere abrirse a la posibilidad de una nueva vida humana, participando entonces en la colaboración de la «obra maestra de Dios», que es un nuevo ser humano.
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FUENTE: catholic.net
Autor: El Observador
TEHUACAN, lunes, 19 marzo 2007
18 de marzo de 2007
Dos coros excepcionales
Coro de los peregrinos "Tannhäuser" Richard Wagner; Orquesta y coro del tabernáculo mormón.1982
Va pensiero (Coro de los judíos prisioneros)"Nabucco" Giussepe Verdi; Orquesta y Coro del Teatro Nacional de la Ópera de París, bajo la dirección de Nello Santi, en 1979
Ambos coros distintos y fatásticos
13 de marzo de 2007
La caja de Schrödinger
Supongamos un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícula radiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse y un dispositivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe la botella y el gato muere. Al depender todo el sistema del estado final de un único átomo que actúa según la mecánica cuántica, tanto la partícula como el gato forman parte de un sistema sometido a las leyes de la mecánica cuántica.
Siguiendo la interpretación de Copenhague, mientras no abramos la caja, el gato está en un estado tal que está vivo y muerto a la vez. En el momento en que abramos la caja, la sola acción de observar al gato modifica su estado, haciendo que pase a estar solamente vivo, o solamente muerto.
Esto se debe a una propiedad física llamada superposición cuántica.
La paradoja ha sido objeto de tanta controversia (y de discusión no sólo científica, sino hasta filosófica) que Schrödinger llegó a afirmar que "cada vez que escucho hablar de ese gato, empiezo a sacar mi pistola".
10 de marzo de 2007
Rameras infantiles
Memoria de mis putas tristes; Gabriel García Márquez
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Pueden revisar el artículo en la dirección http://newsweekespanol.com.mx/articulos.php?id_sec=6&id_art=712&id_ejemplar=156
6 de marzo de 2007
Que real
"Por alto que esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti."