Despues de la tempestad viene la calma; también es cierto que la tercera es la vencida.

"ab aeterno"

But they will teach us that Eternity isthe Standing still of the Present Time,

a Nunc-stans (as the Schools call it);which neither they, nor any else understand,

no more than they would aHic-stans for a infinite greatnesse ofPlace.

Leviathan, IV, 46

¿Será que me he empeñado en tenerte en mi recuerdo? no lo se, amada mía, más se, bien que sé, que mi amor rondó tu esquina, tiritante y solo espero paciente y expectante una respuesta, siquiera pérfida de tu cariño, y así, espere y espere, este corazón envejeció. Éste que te espero, solo y apesadumbrado se encuentra, sin embargo la llama de tu voz, que es fuego que enciende y que cautiva, lo mantiene estable y erguido. Mi mundo languidece y mi carne palidece, más tú, solo tú, sabes dar vida, con el fuego que cautiva.

Aviso oportuno

Yo no sé que es lo que usted, amigo de lo ajeno, haya visto al momento de tomar la decisión de tomar por sorpresa a mi auto.

Puedo ver que usted es tenaz y consigue lo que desea; ya que el quebrar un cristal tan grueso para después arrancarlo al ver infructuoso su esfuerzo por romperlo, tiene su mérito y habla bien de usted.

Me atrevo a decir que es usted un amateur en las oscuras artes del hurto, su poca limpieza para efectuar el trabajo le delatan.

También es usted un poco torpe, pues me dejo dinero en efectivo, identificaciones y tarjetas de crédito intactas; quizá hubiera sido atinado de su parte llevarse el estéreo, el aire acondicionado, de perdida un espejo.

Sin embargo, usted procedió con caridad y humildad dejándo casi intacto el auto, llevándose únicamente mi computadora portátil, aún así, su poca perspicacia e inteligencia le impidieron ver, mientras miraba lo que se robaba, pues si hubiera tenido la paciencia de encenderla se hubiera percatado que descifrar una clave alfanumérica de 17 caracteres con una interfase en el idioma alemán, le hubieran hecho desistir.

Oh! por cierto, olvidó usted el cable cargador de la batería, al final le anoto mi número telefónico para que fijemos una fecha y se lo pueda entregar, de igual forma le obsequiare el maletín para transportarla; ya que seguramente la necesitará usted más que yo.

Le envió un afectuoso saludo esperando saber pronto de usted.

044-55-29-09-00-93

ATTE
Jaime Alberto Tovar Villegas

2 grandes

Escuchamos un Beethoven romántico, ora melancólico, ora portentoso. Inconexos sonidos encuentran orden bajo la batuta del gran músico alemán. Es casí mágica la forma en que su obra nos contagia con una inmensa cantidad de sentimietos;un vivace, allegreto, presto y finalmente un allegro con brio, sublime sensación.

Su partitura es capáz de exaltarnos, de conmovernos, de enternecernos. La música palpita en el corazón del genio, fluye por su sangre, inunda su pluma, mueve su batuta, nos mueve el corazón y despierta el alma.

Quizá comparar a dos grandes músicos sea un error; más me parece menester contrastar la melancolía de Beethoven con el portento y poderío de Wagner.

Uno no puede mas que quedarse perplejo ante la fantástica overtura del Tannhäuser, temblar ante la cabalgata de las valquirias, derramar algunas lágrimas de gozo al escuchar el coro de los peregrinos y sentir cierta impotencia a tener al enemigo en casa como Tristan e Isolda.

Ambos maestros tienen obras de magnitud titánica; sin embargo Wagner comentó sobre la 7a sinfonía de Beethoven: "El movimiento rítmico celebra su propia orgía", no puedo más al leer este comentario que imaginar a Beethoven dirigiendo en ese momento el 4to movimiento de su 9a sinfonía.

Escribir es la salida

El tiempo ronda por mi mente; su ser, su no-ser, ya nada me importa, creo que tomaré una postura existencialista; el hombre es un ser creado para morir. No lo sé, no hablo yo, quizá el Absinth que me recorre el cuerpo, quizá el enojo, quizá la desesperación.

Pero aún, mi ser me impide el tomar una postura existencialista, la considero mediocre, sencilla, como una muerte anunciada, fraguada a la cual no puedo escapar. Creo que estoy deprimido.

Últimamente he tomado toda una postura hegeliana, “La fe es un salto al vacío irracional por la angustia de no comprender el ser” en realidad me deprime no entenderlo, escribir es mi salida. Río por no llorar, Vesti la giuba! (…) la gente pasa” Ríe, ríe , que solo soy un artista del circo de la vida. Busco refugio en la música, sin embargo la letra de Leoncavallo y la música de Beethoven no me consuela; ahora lloro, que depresión me aqueja. No me gusta la existencia, me repugna, me enoja la sociedad, me enoja el sistema, me molesta sobremanera la opulencia indiferente; Creo que soy socialista en el fondo.

Una furtiva lágrima se escapa, lástima que no pensé en esa frase anteriormente, al menos la obra de Donizeti, tenía un motivo para derramarla, ¿Cuál es mi motivo? Nada me mueve. Sin embargo, escribir es la salida, las letras no tienen prejuicios, las letras te aman, las letras son tuya, es por las letras que me siento vivo, es por las letras que hay amor.

Crítica al escape

Principios del siglo XX, el nuevo siglo a traído consigo una sociedad hipócrita, pedante y superflua. La diversión y en cierto modo, la rutina del día, consiste en asistir al café de moda, sentarnos en un chaise longue y discurrir con los presentes.

Es necesario adquirir cierta pose, tener cierto caché al hablar y saber un poco de todo para así impactar con nuestro "vasto" conocimiento y cosmopolitismo. Evidentemente tenemos que tener el modelo europeo en nuestro vestir; es así, que la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función y el hombre, cansado y hastiado de la sociedad a la que vive subyugado, huye, escapa rápidamente al campo.

Sin embargo, el hombre, culpable de su propia incapacidad, escapa bajo una mentira, huye del bullicio y "govorroteo" de la ciudad a instaurar en el campo el protocolo citadino. Se vanagloria de su saber y así, ebrio de lisonja, regresa a la ciudad a ponerse al tanto para brillar una vez más.

Todos los actos del hombre carecerán de altura, todas sus ideas de profundidad, ello es así por cuanto el hombre se ha entregado en cuerpo y alma al imperio de unas necesidades prácticas que no toleran el olvido; es así que el hombre juzgará cuanto le ocurre en un aspecto de conocimiento que lo liga a la multitud, cuyas consecuencias igualan la de los demás. Bajo ningún pretexto sabrá percibir su salvación...

Principios del siglo XXI, hemos recibido una sociedad decadente, sociedad mediocre, sociedad con el fenómeno de los "borregos". La ciudad es un excelente lugar donde podemos exibirnos, más no existe mejor oportunidad para aquello que una pequeña escapada al campo. El exibicionismo comienza al llegar al "lugar de descanso" la zona influye, la decoración arquitectura y no podemos olvidar las comodidades que el lugar brinde. Mientras más parecido sea a nuestro lugar de residencia en la ciudad es mejor. Imposible pensar el llegar sin tener a la mano un moderno reproductor de música, una computadora es ideal, conexión de banda ancha aún mejor y por supuesto, en la noche no puede faltar asistir al "antro" de moda. Es triste la imagen que se percibe, se olvidan las inhibiciones, se olvida todo, no importa nada. No se sabrá en la ciudad, y aparte de todo nos sentimos respaldados por la lejanía de nuestro hogar.

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Cfr. Primer manifiesto surrealista; Andrè Breton

Las ventajas de no estar a la moda; Salvador Novo